.jpg)
Sabìa por qué. Porque existe el miedo aterrador de que estos momentos no existan fuera de tu propia cabeza. Dos miradas que se cruzan en una sala abarrotada, no dos personas qe piensan precisamente lo mismo, y si solo una persona realmente tuviera ese momento, puede llamarse momento en realidad?
Lo sabemos, asì que no decimos nada. Apartamos los ojos, o fingimos buscar cambio, esperamos que la otra persona tome iniciativa, porque no queremos arriesgarnos a perder esa sensaciòn de emociòn, posibilidades y lujuria. Es demasiato perfecto."
Posta un commento